Entierro una amistad que hasta los delfines han olvidado.
Veo como se aleja lentamente la tortuga con el caparazón escrito con versos de
promesas y fidelidades. Escucho a las rapaces picoteando esperanzas, que no eran más que
necesidades inconscientes.
Los animales despiertan mi animalidad. Reposo en tus
susurros llorando tu perdida. Tiembla hasta el último electrón. Mueren los
cuerpos y los afectos.
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