Acabo
de ver a Venus posando torpemente en una esquina.
Tenía atascadas entre
las pestañas imagenes de cuentos chinos.
Miraba al mundo
lleno de
mentalidades verticales, horizontales, oblicuas.
No podía dejarse de
preguntar que había hecho.
Buscó consuelo en las cascaras de los arándanos,
pero éstas se habían derretido.
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