Y
tuvimos nuestra procesión. Una procesión sin subvenciones,
sostenida solamente por los versos. Quién me iba a decir a mi, hace
14 años atrás cuando aún vivía en mi amado Buenos Aires ,que una
noche de Semana Santa iba a estar soltando poemas por las calles de
León!
Estuvimos
“rapsodeando” (palabra que me he inventado hace poco tiempo,
cuando descubrí que el acto en si mismo de lectura de poesía
merecía una palabra propia) haciendo silencios de escucha no
por la muerte sino por la vida.
Las
lecturas que se acomodaban sin ningún orden preestablecido, me
hacían preguntar por qué tenemos esa maldita manía de querer
ordenar todo, tener todo controlado desgastándonos los ojos y los
sesos, y las orejas...quedándonos vacíos de tanto esfuerzo por que
todo estuviera controlado...
Caminar....beber....detenerse...leer...escuchar...
Caminar...beber...detenerse...leer...escuchar...
Y
yo que pensaba que los “humanos” estábamos en crisis de
percepción!. Sombreros, pendientes, corazones, papeles, humo...
manada. Me cuesta poner palabras a lo que viví en Dolores de Poesía.
Esa noche que por primera vez me atreví a leer lo que escribo.
Dolores de poesía es un encuentro organizado hace ya 6 años por Felipe Zapico. Cartel de Julia D. Velazquez.
Dolores de poesía es un encuentro organizado hace ya 6 años por Felipe Zapico. Cartel de Julia D. Velazquez.
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